Un año después de la caída de Bashar al-Assad, la vida en la capital del país se mueve en un equilibrio frágil: pasos tímidos hacia la normalidad, pero también una cotidianidad cercada por la pobreza, el miedo y la incertidumbre. La falta de financiación, la burocracia, la escasez de materiales y la desconfianza de inversores extranjeros bloquean la mayor parte de los proyectos. Soldados de las fuerzas de seguridad sirias hacen guardia en una calle tras una ola de violencia y el anuncio de un toque de queda en la ciudad de Homs, Siria, el 23 de noviembre de 2025.
Author: Ethel Bonet/ France 24
Published at: 2025-12-07 16:22:28
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