Colombia no está exenta de ese riesgo: si el nuevo pacto social se entrega a quienes ven en la exclusión y el miedo una plataforma de poder, se corre el peligro de retroceder en derechos, cerrar espacios de participación y desmontar avances históricos en justicia social y reconocimiento de las diversidades. En medio de esta fractura institucional, tres eventos recientes dan cuenta del momento crítico en el que estamos: la reunión en la Curia Arzobispal —convocada por el cardenal primado José Luis Rueda— entre el presidente Gustavo Petro, el presidente del Senado, los presidentes de las Altas Cortes y los jefes de entes de control; la posición del registrador nacional, Hernán Penagos, quien anunció que no tomará decisiones frente a la convocatoria de Consulta Popular hasta que el Consejo de Estado no emita un concepto; y el incierto futuro legislativo de la reforma laboral, que a pesar de haber sido revivida, enfrenta un Congreso dividido y una clase política cada vez más presionada por tomar partido. El desafío es mayúsculo: o encontramos una manera de canalizar el antagonismo dentro de los marcos democráticos existentes, o nos exponemos a que la polarización siga creciendo hasta convertir la política en una zona de guerra simbólica permanente, donde solo sobrevivan los discursos más extremos.
Author: Tres Puntos Aparte
Published at: 2025-06-18 20:19:38
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