En un tiempo marcado por el colapso de los reinos de taifas y el avance implacable del imperio almohade desde el norte de África, con su visión radical del islam y el objetivo de la unificación del territorio, Ibn Mardanís sucedió a Abu Muhammad b. Iyad en el gobierno de Valencia y Murcia, la antigua cora de Tudmir. Poco después, la dinastía bereber que dominó el norte de África y lo haría también en el sur de la península ibérica entre los siglos XII y XIII, tomó Quesada, en el corazón de la Sierra de Cazorla, y se instaló en Larache, a las afueras de Murcia, donde recibió las adhesiones de Lorca, Elche y Baza en cascada. Igualmente, ordenó la reforma del palacio de recreo Dar As-Sugra, situado fuera de las murallas de la medina árabe de la capital, en el arrabal de la Arrixaca asperjado con las aguas de la Acequia Mayor Aljufía, y cuyos restos salieron a la luz en 2009 bajo el jardín de San Esteban, donde el Ayuntamiento proyectaba la construcción de un aparcamiento subterráneo.
Author: Gloria Piñero
Published at: 2025-05-24 20:59:50
Still want to read the full version? Full article