Una guerra que fue increscendo con el paso de los asaltos y en los que Lorente se dedicó a llevar a su contrincante por los cuatro costados del ring y someterlo a combinaciones de golpes al cuerpo cuando lo tenía contra las cuerdas, y combinaciones sin filigranas pero efectivas de golpes largos cuando conseguía recuperar la distancia. A pesar de que ambos púgiles hicieron gala de su soltura en las esquivas y potencia en el golpeo, Caballero consiguió una gran victoria en lo que terminó por convertirse en una gran exhibición de boxeo sobre un Angulo que llegó a tirar el bucal hasta en cuatro ocasiones para detener la pelea. El de Palamós, que volvía al ring tras un parón, estremeció al pabellón en los primeros instantes de pelea al encajar un duro voleón derecho y dos golpes al cuerpo, pero paulatinamente fue recuperando el control ante un Priadko de manos duras pero que se vio obligado a recurrir a los agarrones de cabeza para frenar a Santos en más de una ocasión.
Author: Begoña González
Published at: 2025-07-05 22:41:24
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