El juez Vicente Ríos, titular del juzgado 15 de instrucción de Valencia, resolvió el 2 de abril de 2024, después de una larga y meticulosa investigación de casi dos años sobre un presunto caso de encubrimiento, dictar un auto de sobreseimiento (archivo) de Mónica Oltra y otros catorce funcionarios de la Generalitat, con razonamientos que ocuparon noventa y seis páginas. “Respetando el derecho de acción como manifestación del derecho a la tutela judicial efectiva no se entrará a valorar el hecho, que sin embargo debe ser reseñado por las consecuencias que de ello pudieran derivarse, de que las partes acusadoras introducen hechos que no se ajustan a los hechos recogidos en el auto por el que se ordenaba la prosecución de la causa en su fase intermedia [auto de transformación de las diligencias en abreviado], que reproducía literalmente los que se expusieron en el auto de sobreseimiento provisional de la misma y que no han sido modificados por resolución alguna”. Pues eso, es hora de terminar con Mónica K. y dejar que quienes han explicado a lo largo de un auto de archivo de 96 folios – cantidad más propia de una sentencia que de un auto de transformación de las diligencias- en el que se desmenuzaban argumentos y sospechas después de analizar 48.000 correos electrónicos cruzados dentro de la Administración valenciana, dejen que vuelva a ser la ciudadana Mónica Oltra.
Author: Ernesto Ekaizer
Published at: 2025-12-21 17:14:11
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