El pasado jueves, el Consell puso el broche de oro a más de seis años de conversaciones y acuerdos con la plataforma Airbnb para poder atajar la proliferación de pisos turísticos ilegales: una de las consecuencias directas del turismo de masas que más ha agitado a la población autóctona. En 2019, ante un creciente número de alojamientos que no cumplían las normas -como las tiendas de campaña y caravanas, que ni siquiera tienen célula de habitabilidad y se multiplicaban cada día en las zonas costeras- y un evidente problema de los isleños para acceder a una vivienda, la administración insular dio los primeros pasos y decidió entonces constituir la Oficina para la Lucha contra el Intrusismo. "Luchar contra el alquiler turístico ilegal, y así lo corroboran los datos, supone defender la oferta legal de la isla, un modelo turístico de calidad, controlar flujos y luchar contra la sensación de masificación que se padece en los meses de temporada alta", explicó este jueves el presidente del Consell, Vicente Marí.
Author: Marta Nevot
Published at: 2025-09-21 16:45:00
Still want to read the full version? Full article