Con la producción de cocaína y los cultivos de hoja de coca en máximos históricos, el gobierno de Colombia hace una apuesta fuerte: pagar a los campesinos para que arranquen de raíz las plantas del principal componente de la droga y golpear así al narcotráfico. En Argelia, un municipio en la región del Cañón del Micay del suroeste del país, la familia de Alirio Caicedo y su hijo Nicolás es una de las más de 3.900 que el presidente izquierdista Gustavo Petro convenció para que se acojan voluntariamente a un programa anunciado en marzo. La jefa de la Dirección de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, Gloria Miranda, aseguró a la AFP que el programa tiene como meta acabar con por lo menos 45.000 hectáreas de plantaciones de coca en tres de las zonas más conflictivas del país y así “reducir la oferta” para los narcos.
Author: AFP
Published at: 2025-06-03 17:13:11
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