Christian Dior soñaba con ser arquitecto, pero el destino jugó sus cartas en forma de pérdidas: la muerte de su madre, la ruina económica de su familia y el sufrimiento de su querida hermana Catherine, quien fue arrestada por la Gestapo y enviada al campo de concentración de Ravensbrück por su participación en la Resistencia francesa. Porque si algo nos deja Dior, más allá de su genio estético, es una forma distinta de alcanzar el éxito y el liderazgo: uno basado en la sensibilidad y la intuición, en comprender lo que nos falta para seguir aprendiendo, en la capacidad de escuchar lo invisible. En un entorno como el actual, hablar de alguien que fue presa de la indecisión, que se sintió frágil y vulnerable en el camino de fundar su maison aquel 15 de diciembre de 1946, que la sensibilidad era su guía y la honestidad su hoja de ruta, puede parecer más poesía que estrategia empresarial.
Author: Adela Balderas
Published at: 2025-08-03 22:37:29
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