China salvará las fábricas de coches y los empleos en Europa, pero se merendará a las marcas europeas. Es la predicción de Carlos Tavares, el ex jefazo de Stellantis

Ahora, advierte de que la situación para la industria del automóvil europea es muy delicada por la guerra comercial que hay a nivel internacional, por las estrictas regulaciones de emisiones que impone Bruselas y por la política cambiante de electrificación que también viene de Bruselas. Habla también de la situación concreta de Stellantis, que ya ha cerrado temporalmente fábricas en Europa, alertando de una posible separación de las operaciones del grupo en Europa y Norteamérica: “Un posible escenario, entre muchos otros, sería que un fabricante chino presentara una oferta por el negocio europeo y que los estadounidenses recuperaran las operaciones en Norteamérica”. Tavares también revela que varias compañías chinas habían tenido conversaciones con él para que se convirtiera en su director o en un asesor, dejando claro que se ha jubilado, pero no le faltaría el trabajo si quisiera seguir en activo, pero advierte de que ha puesto condiciones tan estrictas para regresar a la industria del automóvil, que es poco probable que vuelva: “He establecido una condición imposible en la idea, que es otra forma de decir que no voy a hacerlo”.

Author: Álvaro Ruiz

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