La reacción del gigante asiático se produce después de que trascendiera días atrás la intención de la Administración Trump de ir arrinconando poco a poco a China a través de acuerdos con otros socios comerciales que conllevarían menores barreras comerciales y arancelarias para ellos en EEUU si restringen sus compras al gigante asiático, una estrategia que el Gobierno estadounidense ya habría empezado a sondear en América Latina (donde China tiene una gran presencia), en países con afinidad política e ideológica como Argentina, pero también con otros asiáticos, como Japón, donde la semana pasada Trump sorprendió al negociar personalmente sobre la cuestión arancelaria con el representante nipón, el ministro de Revitalización Económica, Ryosei Akazawa, encuentro que el propio mandatario estadounidense resumió diciendo que hubo un "gran progreso". Esta estrategia de intentar aislar a la segunda mayor economía del planeta, cuyo diseño se atribuye al secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, y que se plasmó en la decisión estadounidense de excluir expresamente a China de la pausa arancelaria de 90 días decretada por Trump (EEUU aplica a China un arancel del 145% y ésta, en represalia, uno del 125%), ya la ha sentido España en sus propias carnes, después de que Bessent criticara el acercamiento del Gobierno español a China, asegurando que alinearse con el gigante asiático era como "cortarse el cuello". Durante su encuentro en Washington la semana pasada con Bessent, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, defendió el acercamiento español a China señalando que si bien "somos conscientes de que es un competidor en muchas áreas (...), también tiene que ser un socio estratégico", por lo que "tenemos que conseguir llegar a acuerdos en beneficio también de ambas zonas, tanto de China como de la UE".
Author: J. Díaz
Published at: 2025-04-21 22:03:38
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