En este sentido, la insistencia soviética en hacer de los primeros satélites objetos relativamente complejos recuerda a la negativa de la URSS a reconocer que Yuri Gagarin se eyectó antes de aterrizar —como todos los cosmonautas del programa Vostok— por no contradecir la —absurda— normativa internacional de la época que especificaba que un vuelo espacial tripulado solo sería registrado como tal si los ocupantes aterrizaban dentro de la nave con la que habían partido. Otro empecinamiento difícil de explicar desde la óptica de hoy en día es que Koroliov insistió en que el PS se separase de la etapa central o Blok A (Bloque A) del R-7 para asegurarse de que fuera considerado un objeto independiente, a pesar de que la etapa alcanzaría la velocidad orbital (Primera Velocidad Cósmica en la jerga de Tsiolkovsky). A pesar de que el despegue del Sputnik fue casi perfecto, un pequeño fallo en el sistema de distribución de combustible de la etapa Blok A provocó que el motor RD-108 se apagase un segundo antes de lo previsto (295,4 segundos tras el despegue), quedando en una órbita elíptica más baja de lo previsto: 228 x 947 kilómetros, con una inclinación de 65,1º y un periodo de 96 minutos y 10,2 segundos, frente a los 225 x 1450 kilómetros planeados (previamente, los cuatro bloques laterales del R-7 se separaron a los 116,38 segundos).
Author: Daniel Marín
Published at: 2025-10-04 21:55:49
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