Otros países que apoyan a la Comisión para usar este dinero, como una especie de «adelanto» sobre las futuras indemnizaciones que se supone que Rusia deberá pagar cuando termine la guerra, están presionando a Bélgica y acusan al Gobierno de Bruselas de actuar por conveniencia, para no perder así ingresos de hasta 1.700 millones de euros en impuesto de sociedades que recauda por mantener esos fondos. Pero este le respondió el jueves a través de una carta en la que le decía que, además de que Bélgica corre el riesgo de tener que pagar una multa astronómica, «avanzar precipitadamente con el plan propuesto de préstamos para reparaciones tendría como consecuencia, como daño colateral, que nosotros, como UE, estaríamos impidiendo efectivamente alcanzar un posible acuerdo de paz». Por ahora, la Comisión mantiene formalmente que la idea de usar los fondos congelados sigue siendo la prioridad número uno, pero también ha introducido la variante de una emisión de deuda colectiva europea, lo que tiene el inconveniente de que necesitaría la unanimidad y probablemente un proceso complejo de ratificaciones nacionales, por no hablar de la alergia que mantienen muchos gobiernos a la idea de mutualizar deuda europea.
Author: (abc)
Published at: 2025-11-29 18:20:30
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