Allí se inició en la hostelería, nada menos que en el Sidi Saler, pero tres años después regresó a Santiago para emplearse en el Franco. No caben en un texto tan breve todas las vivencias y anécdotas acumuladas a su lado, pero sí un agradecimiento eterno a mi gran valedor, a la persona de la que más y mejor aprendí; no solo en lo profesional, también en el valor de la amistad inquebrantable. Este jueves 27, a las siete de la tarde en la iglesia de las Esclavas, se oficiará una misa en su recuerdo.
Author: Rafa Varela
Published at: 2025-11-25 17:24:00
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