), pero defendió la «república geográficamente extensa» de Montesquieu, de quien en la España atroz del 78 sólo sabemos por Alfonso Guerra, que lo dio por felizmente enterrado con su apaño del poder judicial del 85, y por Jiménez de Parga, que publicaba billetes de consenso en un periódico con el seudónimo de Secondat, aunque en los círculos políticos le decían Copito de Nieve (por el pelo, tan blanco como el de la cabrita japonesa de Heidi en los Alpes). A Secondat no se le caía de la boca el nombre de 'Montesquieu', y era tan liberalio que ante la izquierda, siendo ministro de Suárez, el del aeropuerto, hacía méritos acusando en sede parlamentaria a los fraguistas (hoy peperos) de buscar el caos para acabar con la democracia, y luego tenían que salir al quite del consenso Carrillo y Peces Barba, cuando todavía no 'éramos' Europa. Un siglo antes, en 'El Criticón', Gracián había expuesto: «Es Europa vistosa cara del mundo, grave en España, linda en Inglaterra, gallarda en Francia, discreta en Polonia, fresca en Alemania, ricada en Suecia, apacible en Polonia, adamada en Grecia y ceñuda en Moscovia», antes de estar gobernados en Europa por las Venus de Zugarramurdi, y en España, por una 'tiranía jadeante' donde una corte de 'chulos del tirano' (La Boethie) te dejan sin luz y señalan con su dedito… ¡a Rusia!
Author: (abc)
Published at: 2025-05-26 17:08:33
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