De modo que se elaboró la doctrina de la respuesta flexible, que contempló el empleo de armas nucleares tácticas en el campo de batalla para compensar la abrumadora inferioridad en tropas y armas convencionales que padecíamos frente al Ejército Rojo. Hoy, aunque gracias a una superior tecnología disponemos de fuerzas convencionales capaces de detener a los rusos, lo que está claro es que Putin, antes de tener que aceptar una derrota, recurrirá a sus bombas atómicas. Y podemos estar seguros de que ni Francia ni Reino Unido recurrirán a las únicas que tienen, que son estratégicas, para defender el corredor Suwalki porque eso significaría la destrucción de París o Londres.
Author: Emilio Campmany
Published at: 2025-09-16 21:48:23
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