Cinco años antes, Pilar Cortés, su editora en Espasa, le había propuesto escribir sobre la labor de los diplomáticos franquistas en el Holocausto y el escritor decidió centrarse en Ángel Sanz Briz, responsable de la Embajada española en Budapest, y en todos los mimbres humanos que componen su historia. Entonces se pone en marcha una determinada política, impulsada por el anterior ministro Jordana, que pasa por ese peculiar personaje Javier Martínez de Bedoya, y que acaba en José Félix de Lequerica, que deja de ser, al menos a nivel práctico, el antisemita que fue en París. Esa evidencia que la izquierda obtusa no acepta y es que fue en el nombre de Franco que ese puñado de buena gente -todos franquistas- salvó a miles de judíos.
Author: Emilia Landaluce, Ángel Navarrete
Published at: 2025-09-29 20:45:17
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