Ahora en Rusia ocurre lo mismo: se puede ver una movilización en torno a la guerra y el poder, pero generalmente no es porque la mayoría de la gente comparta una ideología definida, sino que simplemente comparten la idea de que la mejor estrategia de supervivencia en este mundo es estar lo más cerca posible del poder y de la mayoría. Imaginemos que Putin acepta incluso lo que promueve Trump, es decir, unas condiciones de paz que en su mente son muy generosas: reconocimiento de Crimea como parte de un país diferente —no es solo la división de un país, que ha sucedido muchas veces después de guerras como Yugoslavia o Libia, sino el reconocimiento oficial, que no ha pasado nunca, al menos en Europa—, levantamiento de parte de las sanciones, normalización de los lazos económicos e incluso congelar la línea del frente. Piensa en la mentalidad y en el marco de la guerra por la propaganda rusa: Ucrania es un Estado artificial, sus fronteras son artificiales, el pueblo ruso sufre de discriminación —de hecho hubo algunas restricciones lingüísticas en Ucrania—, estos territorios siempre han sido rusos, la población no es ucraniana… En parte es verdad, pero ¿cuánto tiempo vamos a retroceder en la historia?
Author: Javier Biosca Azcoiti
Published at: 2025-05-13 20:11:19
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