La postura alemana resulta crucial, no sólo por su peso específico en la UE, sino también porque la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ejerce en este asunto de alemana más que de europea. Alemania no apoya que se aplique un embargo de armas a quien está cometiendo lo que algún día será considerado un genocidio, por un tribunal y por la historia. Y la culpa es tremenda: nos atenaza, nos lleva a tomar malas decisiones, ancladas en un acto erróneo del pasado y no en la esperanza de un bien futuro.
Author: Irene Lozano
Published at: 2025-05-27 20:34:22
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