Y de esos chats, como se dijo, había nacido la investigación por violencia de género cuando el juez Ercolini secuestró el celular de la secretaria para avanzar en la causa de los seguros y se encontró con la inesperada sorpresa: el ojo morado, el hematoma en el brazo, las sucesivas alertas que Fabiola le había hecho llegar a Cantero. La verdad era que Alberto, Cantero y su marido “Hecky” Martínez Sosa se frecuentaban desde los años ‘90, cuando el primero era titular de la Superintendencia de Seguros del gobierno de Menem y ya tenía la misma secretaria que después lo acompañaría en la Casa Rosada, primero como jefe de Gabinete de los Kirchner y finalmente como Presidente. Esa noche, la del 20 de mayo de 2020, en los registros de ingresos de la residencia presidencial figuran los nombres de Vilma, de sus hijos Mariano, Matías y Sebastián Lebendiker –frutos de su primer matrimonio– y hasta del músico Pedro Aznar, acaso contratado para amenizar la velada con sus acordes, y tal vez a dúo con Alberto, un guitarrista part time que suele ufanarse de su cercanía con Litto Nebbia.
Author: Franco Lindner
Published at: 2025-11-19 21:34:20
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