Me alegré mucho con la aparición de esta, en particular, porque se juntan dos “raros” de nuestra literatura: Violeta Quevedo (su nombre real era Rita Salas Subercaseaux) y Gonzalo Maier, un narrador con un enorme sentido del humor, pero a la vez con un tremendo respeto por su biografiada, una escritora muy difícil de abordar por la leyenda que la precede, de extravagante, surrealista y aristócrata. En particular, en este texto Fontaine recurre a sus mejores habilidades para hacer transitar al lector -bajo el pretexto de la algo mitificada y varias veces invocada figura de Teresa Wilms Montt- por un relato que muestra un país, un mundo, una sociedad distante del mundo global y masivo del ahora, pero que no debemos olvidar, que tienen su dignidad y respecto de los cuales es legítimo sentir esa nostálgica melancolía, el reconocimiento de la necesaria seducción y deseo, el valor de la libertad. La figura de la escritora se vuelve el eje para narrar el Chile de la dictadura, revelando la hipocresía y las zonas grises donde se mezclaban la creación literaria con la conspiración y el asesinato político, especialmente en el contexto del atentado contra el exministro Orlando Letelier en Washington D.C.
Author: Pablo Retamal N.
Published at: 2025-12-13 23:40:00
Still want to read the full version? Full article